La ahora famosa tecnología del VAR (video assistant referee) debería haber llegado hace tiempo al Mundial de Fútbol. ¿Cuántos goles más se hubieran marcado, o se hubieran evitado, incluyendo la famosa ✋ ‘mano de Dios’? Otra sería la historia de los campeones del mundo.
La implementación de este apoyo de video con la repetición de imágenes para revisión de los árbitros desató una gran controversia en torno al impacto que tendría en el juego.
Se dijo que afectaría la esencia de los partidos, que deja a criterio del árbitro las decisiones finales en torno a jugadas controversiales. Pero todos sabemos que el árbitro no lo puede ver todo por la velocidad y la naturaleza del fútbol.
Se dijo también que la revisión del video alteraría el ritmo del partido al causar largas interrupciones. Nada de eso ha sucedido; al contrario, hemos comprobado que el VAR es una herramienta útil que nos ha dejado más satisfechos con el trabajo de los árbitros en busca de decisiones justas y el respeto a las reglas de juego.
En la primera fase del Mundial los resultados de 6 partidos fueron alterados luego de que los árbitros revisaran el VAR y cambiaran su decisión inicial.
Hubieran podido ser más si los referís se hubieran tomado el tiempo de consultar el video de otras jugadas de penal o de fuera de lugar bastante dudosas.
La FIFA debería ir mucho más allá del VAR y emprender una verdadera revolución si permite a las mujeres ser árbitros de los partidos del fútbol masculino.
Las mujeres árbitro ya incursionaron en un Mundial masculino de la FIFA. Varias fueron jueces de línea en el mundial sub 17 del año pasado que se jugó en India.
Pero no las quiero ver de asistentes como monjas sirviendo a los sacerdotes; yo las quiero ver dando órdenes, impartiendo respeto en la cancha, promoviendo el juego limpio, tomando decisiones cruciales, sacando tarjetas; habilitando jugadas o anulando goles con la ayuda del VAR en los partidos del Mundial de mayores.
Si hubiese árbitras esas revisiones aumentarían. Las mujeres ? nos tomamos el tiempo para tomar determinaciones, especialmente cuando se trata de hacer justicia en un evento que desata pasiones como una Copa del Mundo.
No me imagino a los jugadores sacando pecho y enfrentando a las árbitras con sus reclamos.
No me imagino a los jugadores acosando a las árbitras con comentarios machistas, sexistas o con elogios que suenan a acoso o denigran a la mujer; ni incluso me imagino un posible manoseo. Muchos se tendrán que controlar y morder la lengua para evitar ser expulsados.
Varias mujeres han roto los moldes al incursionar en este mundo machista.
Rosa Bonet en España, Bibiana Steinhaus en Alemania, Virginia Tovar en México, Claudia Umpiérrez en Uruguay, Silvia Reyes en Perú, Gisela Trucco de Argentina, Ana Paula Oliveira y Fernanda Colombo en Brasil son apenas un ejemplo de valentía y determinación para ganarse un puesto en comisiones arbitrales dominadas por hombres. Han tenido que sortear todo tipo de obstáculos, discriminación e insultos.
“Tu sitio está en la cocina”, “andá a lavar los platos”, son algunos de los comentarios -por no mencionar otros más subidos de tono- que tienen que soportar las árbitras y que tienen ver con la supuesta insatisfacción sexual. Son parte de sus relatos, lo que en algunos casos les ha costado multas a los clubes, suspensiones de jugadores e incluso contemplar demandas judiciales.
Si la FIFA quiere hacer un gran aporte a la igualdad de género no solo debe aumentar el número de ejecutivas en sus divisiones rectoras. Es hora de que veamos la promoción de más mujeres dirigiendo partidos de primera división del fútbol masculino. Es importante que incentiven y faciliten su preparación y formación sin impedimentos y que les den la oportunidad de lucirse en los mundiales de fútbol.
Sería un mensaje de inclusión y respeto poderosísimo, dándole a la mujer el lugar que se merece y respondiendo con una bofetada de silbato al machismo reinante en el deporte rey. Sería una contribución progresista no solo al fútbol sino para el mundo entero.
Yo confío en que ese movimiento de jóvenes millennials que desafía todos los obstáculos comience a ser protagonista de esta importante transformación en el deporte y que las jovencitas también sueñen con ser árbitros y se abran camino con talento y determinación.
¿Será mucho pedir que para el próximo mundial la FIFA comience con incluir a mujeres en los equipos de asistencia del VAR?